Empresas que hacen el Eco: Respiro Car Sharing

Coche Compartido

Arrancamos esta nueva sección, Empresas que hacen el Eco, con la que queremos, a través de diferentes reportajes que hemos venido realizando, mostrar en Te Hago Eco durante estas semanas de verano a iniciativas y empresas que seguimos o que nos han llamado la atención y que creemos que están contribuyendo a cambiar nuestra sociedad desde diferentes ámbitos. La inauguramos con Respiro Car Sharing.

Respiro es una iniciativa de car sharing, recuerda préstamo de vehículos o uso compartido de vehículos, bastante conocida y principal representante de esta actividad en España, con ya cinco años de experiencia y una importante implantación en Madrid.

Respiro Car Sharing, Economía Colaborativa

¿Qué comparte Respiro?

Hablamos con Agustín de Saralegui, Director de Comunicación y Marketing de Respiro Car Sharing, pero mas allá de conocer los entresijos de Respiro, queremos que nos cuente cómo han interpretado los retos que supone la llamada Nueva Economía para lograr ofrecer un servicio diferente, rentable, sostenible y que aporte valor a la sociedad. De entrada queda muy claro que se sitúan dentro de la llamada Economía Colaborativa, y no vacila en decir que SI cuando le preguntamos. Y si se trata de compartir, nos responde que en su plataforma Respiro comparte coches … aunque la pregunta les da que pensar.

Si que es cierto que deja muy claro que “lejos de ser un “rent a car” lo que quieren es que la gente adopte los vehículos como propios pero entendiendo que el uso es compartido con otros vecinos o usuarios esporádicos”. Aunque no llega a usar la expresión “apropiar” a nosotros nos encaja mucho mejor por el significado que traslada a la relación que existe entre vehículo y usuario.

Lo interesante es que ese proceso de apropiacíón ha superado el ser sólo para los vehículos para llegar hasta la propia plataforma, puesto que en la misma los usuarios contribuyen a modelar las normas de uso en función de la comunidad. Así, tal y como señala Agustín: “Se marcó un decálogo inicial de “buenas prácticas” que facilitase la conservación de los vehículos y optimizase el uso. Con el tiempo y la participación de los usuarios, esas normas han cambiado, unas se han vuelto mas laxas y otras se han reforzado por iniciativa de los propios socios de Respiro para el mejor uso colectivo del servicio de carsharing,  por tanto ahora mismo no se puede decir que hayan sido impuestas totalmente ni en qué porcentaje son propias o creadas por la participación de los usuarios

La importancia de la comunidad

Y hablando de comunidad, la facilidades para formar parte de la misma, o llegado el caso dejar de serlo, son importantes. El no contar con importantes barreras de entrada y/o salida ayuda a que la plataforma sea accesible, tan sólo existe la obligación de contar con un medio de pago y en el caso de los jóvenes, una exigencia legal de contratar un tipo concreto de seguro. Y claro, esto hace que se refuerce el sentimiento de pertenencia a una comunidad, de manera que han pasado de ser meros usuarios de un servicio de coche compartido. De hecho incluso han surgido retos en dicha plataforma, como Médula para Mateo, iniciativa propuesta por un usuario que al final se transforma en un evento deportivo donde Respiro pagó la cuota de participación a los usuarios que participen. Hay más ejemplos a menor nivel. Pero muestra como la plataforma acaba siendo algo de los usuarios, el soporte para una comunidad y no una herramienta exclusiva de la empresa.

Sharing Economy, Respiro Car Sharing

Y en materia de transformación social …

Tal y como señala Agustín, “Respiro supone una transformación importante y sobre todo medible en el comportamiento de los usuarios” Aporta un dato muy ilustrativo: Al ser pioneros de car sharing en Madrid, Respiro ha realizado importantes esfuerzos en comunicar las ventajas económicas, medioambientales y sociales del alquiler de coches por horas. En un primer momento, este modelo de alquiler de coches barato y accesible, suscitaba dudas lógicas en los usuarios, pero hoy es una opción cada vez más reconocida. La capilaridad de su amplia red de car sharing, presente en todos los barrios de Madrid, junto con el “boca a boca” de sus socios ha hecho posible que hoy el término “carsharing” sea cada más reconocible en nuestra ciudad. Además, la participación constante de los usuarios de Respiro en redes sociales anima a nuevos vecinos a prescindir de sus coches y recurrir a uno por horas o días cuando lo necesitan, ahorrando dinero a sus economías y emisiones a su ciudad. En términos sociales es un vehículo de cohesión en tanto que una comunidad de usuarios accede de manera ocasional a un bien (en su caso, el coche) cuando lo necesitan, recuperando el espacio urbano que el coche particular ha arrebatado en los últimos años a los vecinos de los barrios de la ciudad. Para ellos supone que han conseguido trasladar confianza tanto en Respiro como en el modelo que propone la economía colaborativa.

Ahondando en el sentimiento de apropiación, han descubierto que “al final un grupo de usuarios acaba usando un vehículo o grupo de vehículos según la cercanía al aparcamiento donde esté situado, por lo que acaba siendo “su coche Respiro” logrando así que haya una mayor sensibilización y atención hacia el cuidado del vehículo, su correcto uso y se traslade a una mayor participación en la plataforma.”

¿Que valor aporta a la sociedad?

Los números en Respiro están muy claros, saben que para una persona que tenga un coche en propiedad y que lo utilice menos de 1000 kms mensuales en Madrid, el ahorro con Respiro puede alcanzar los 4000 euros anuales. Este ahorro está asociado al volumen de uso mensual aunque entran en juego otras variables.

Y mejor aún, si que caracterizan y son conscientes de los tipos de valor que generan a sus usuarios y la comunidad:

  • Económico. los 4000 euros anuales de ahorro son el plato fuerte, y es que saben que es un ahorro pero también señalan la posibilidad de “poder gastarlo en otra cosa” Si contamos con sus 12000 usuarios, y ese ahorro medio, se trataría de un bolsa de entre 36 y 48 millones de Euros.
  • Ambiental. Compensan el 100% del CO2 generado en sus oficinas y por el uso de vehículos con ECODES. Además tienen evaluado que cada vehículo de Respiro supone quitar de la calle entre 15 a 20 vehículos, por lo que hay una devolución del espacio a la ciudadanía, una idea aún no muy extendida pero que poco a poco cobra valor en las ciudades, la del reparto del espacio.
  • Social. Son muy conscientes de que Respiro fomenta la “vida de barrio”, puesto que el coche es un elemento de cohesión, se toma como propio de una comunidad de vecinos que lo comparten pero también lo cuidan. Es un intangible pero su valor es importante y es que sostiene la comunidad y hace que crezca la confianza.

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