Las drogas también generan impacto en la sostenibilidad

Ante noticias como el asesinato de Berta Cáceres de nuevo se nos pone ante los ojos la dificultad de defender los recursos naturales, los paisajes y el planeta en su conjunto frente al voracidad de un modelo económico insostenible. Queda claro que ven la sostenibilidad como el enemigo, eso que les frena en su ambición desmedida.

Está de mas señalar en el importante negocio que hay detrás de la extracción de madera, de la minería intensiva o el aprovechamiento de los recursos hídricos, lo que quizás no siempre sale a la luz es los vínculos que el comercio de algunas de estas mercancías tiene con el tráfico ilegal de otras sustancias ilegales. Precisamente en Honduras, el país de Berta Cáceres, se ha documentado en diferentes informes los vínculos entre el narcotráfico y la deforestación, que usaría el lavado de madera talada ilegalmente para su comercialización en Europa para, simultáneamente, introducir cocaina. Y no son precisamente documentos privados, sino el trabajo público de diferentes organizaciones el que lo está denunciando, un ejemplo es este vídeo.

«Cuando los narcotraficantes llegan traen el desastre ecológico con ellos»

Es una frase que se refiere a la situación en Centroamérica y el avance de la deforestación pero ilustra por igual lo ocurrido en Colombia. Un país con una biodiversidad muy importante y una riqueza forestal destacada pero cuyo primer reto en materia de mitigación de emisiones de Gases de Efecto Invernadero es frenar la deforestación, puesto que se trata de la principal actividad emisora, muy por delante del transporte o la generación de energía.

Ahora bien, qué porcentaje de esta deforestación está asociada a la actividad agrícola o ganadera (como señalan los informes oficiales) y cual al narcotráfico puede ser la clave para saber si se trata de una transición hacia un modelo de economía sostenible exclusivamente o si hay que incorporar otros enfoques y trabajar en otros ámbitos para lograr una reducción efectiva de la emisión de Gases de Efecto Invernadero en Colombia.

Sin duda no encontraremos referencias al impacto del narcotráfico en políticas globales de sostenibilidad o en los programas o planes elaborados por el gobierno de un país, pero cuesta decir que no tienen influencia.

La electricidad para producir un porro

A nivel doméstico el impacto también empieza a hacerse sentir. Como recoge este artículo: Producir un porro es como tener una bombilla encendida 75 horas es decir, mas o menos el uso de una bombilla a lo largo de un par de semanas o incluso mas. Se trata de datos recogidos en diferentes ciudades estadounidenses, donde han encontrado que el consumo doméstico de electricidad era anormalmente alto y encontraron que la legalización del consumo había disparado su producción a pequeña escala y con ella, el consumo de electricidad por las condiciones de luz y temperatura necesarias para la producción.

Es interesante la conexión que se llega a hacer entre establecer una tasa a la autoproducción de cannabis y destinar esta a la financiación de medidas de mitigación de emisiones de Gases de Efecto Invernadero, pero como siempre, es necesario acercar estas noticias a la realidad mas cercana. Como hemos señalado muchas veces, en España el consumo doméstico de electricidad si representa una parte importante de la Huella de Carbono de los diferentes territorios. Cruzar este dato con el hecho de que, pese a que se trata de una actividad no legalizada en España, en los últimos años ha habido un importante crecimiento de la autoproducción de marihuana, no hay nada mas que ver la proliferación tanto de tiendas que suministran los equipos y productos necesarios, como del mayor numero de casos de desmantelamiento de laboratorios de producción en viviendas y pequeños locales por parte de los cuerpos de seguridad.

Diseñar políticas de sostenibilidad a nivel local, tomando como referencias consumos de electricidad o de agua que no reflejan la realidad y se ven incrementados por actividades ilegales puede ser muy complicado por la dificultad de lograr resultados significativos a pesar del compromiso de los ciudadanos. Además de que no es precisamente el principal problema social derivado del consumo de drogas. Peor sin duda se trata de un reto para los territorios a la hora de plantear estrategias útiles, aunque no cabe decir que sean precisamente actividades como la producción doméstica ilegal de marihuana las que lleven al traste nuestros compromisos en materia de cambio climático, mejor que no dejemos hueco para esta coartada, pero los ejemplos que vemos en Estados Unidos nos ayudan a tomar una medida de la importancia que puede llegar a tener.

@tehagoeco

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