¿Puede haber sostenibilidad sin transparencia?

A priori no parece que ambos conceptos, sostenibilidad y transparencia, tengan una estrecha relación, de hecho cuando se habla de transparencia no es que precisamente se evoquen ejemplos vinculados a la sostenibilidad. Sin embargo, si que es difícil hablar de sostenibilidad, bien entendida, en una organización sin que la transparencia, entendida como una fluida y honesta comunicación bi-direccional con sus grupos de interés, no tenga un papel relevante.

Y es que ejemplos hemos podido ver muchos, desde los diferentes modelos aplicables para llevar la sostenibilidad al mundo de los eventos, donde la transparencia figura como un requisito clave, hasta los debates en torno a la gestión de la sostenibilidad, como podría ser el de los resíduos en envases, en los que nuevamente se pone de manifiesto la necesidad de poder acceder a datos reales para tomar las mejores decisiones, queda patente que la sostenibilidad tiene un pilar básico tanto en la información, tanto en su cantidad como en la calidad y el flujo de la misma, sobre todo para construir vínculos entre los diferentes roles implicados.

 Sin embargo, y pese a que en la Unión Europea el acceso a la información ambiental y la participación en esta materia en virtud del Convenio de Aarhus ha sido muy importante, la realidad es que en lo que se refiere a transparencia vinculada con la sostenibilidad queda mucho por hacer.

Con el OSE se va un poco de transparencia en la sostenibilidad

Lo cierto es que las noticias no son precisamente muy esperanzadoras, el pasado viernes cesaba la actividad del OSE Observatorio de la Sostenibilidad en España y con él se iba uno de los referentes en cuanto a información vinculada a la sostenibilidad había en castellano. Y es que junto con la disposición de la información, su manejo y la puesta a disposición del ciudadano de una forma sencilla y fácilmente comprensible es fundamental y ese ha sido el papel del OSE a lo largo de estos ocho años de funcionamiento.

Pendientes de la futura Ley de Transparencia ¿contribuirá a la sostenibilidad?

Hace un par de semanas un reportaje de Jordi Evole en su programa Salvados, se hablaba de la necesidad de impulso de la transparencia, y en este video, se pueden ver diferentes ejemplos de aplicación de estas prácticas a cuestiones vinculadas a sostenibilidad.

Y es que como la define Mar Cabra, la transparencia es la comunicación directa en la que hay confianza, por tanto, si no nos cansamos de afirmar que para que se produzca la transición a la sostenibilidad es necesario un cambio cultural, sin duda esa comunicación directa contribuye, máxime si se genera en un entorno de confianza.

 Si bien es cierto que esta futura ley no es más que un marco que establecerá el acceso a determinada información y como se ha de asegurar el mismo, el destino que se le dé a esa información y su mayor o menor vinculación con la sostenibilidad es otro escenario muy diferente. Este vendrá dado por la aparición de iniciativas que busquen tanto el acercamiento al ciudadano como su aplicación práctica, su transformación en conocimiento que a su vez sea aplicado con unos fines concretos sobre el territorio, lo que cada vez más se conoce como la inteligencia territorial. Que cierre el OSE a la vez que parece que se quiere mayor transparencia por tanto no parece sino un intento de avanzar en dos sentidos totalmente opuestos, al final no nos movemos del sitio.

¿Será la Smart City el revulsivo para la transparencia en la sostenibilidad?

Una ciudad inteligente no se concibe sin que su «cerebro» los datos y la información en base a  la que toma decisiones, sera accesible y se maneje con transparencia. Lo hemos visto en el video con el ejemplo de Nueva York y dia tras día aparecen nuevas aplicaciones para dar uso a eso que denomina Big Data, la enorme cantidad de información que ahora ya si debe ser puesta a disposición del ciudadano.

Sin embargo habrá que ir un paso más allá y disponer de la tecnología no solo al servicio del ciudadano para conocer y acceder a la información que se maneja en su ciudad, sino para que se implique en el proceso de generar conocimiento a partir de esta, surge un nuevo modelo de ciudad participativa, aquel en el que la ciudadanía se inserta en la toma de decisiones activa de su territorio. Activar al smart citizen para que construya activamente la sostenibilidad en su entorno.

 @tehagoeco

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