Eficiencia energética y Huella de Carbono en la gestión deportiva

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Este artículo reúne las principales ideas recogidas del seminario impartido por Juan José Amate, Director de Sostenibilidad a Medida en el Foro provincial de Deporte 2023 de la Diputación de Almería en una jornada celebrada en mayo de 2023 y dedicada a la sostenibilidad en la gestión deportiva, en colaboracion con AGESPORT – Asociación Andaluza de Gestión del Deporte.

 

En los últimos años los compromisos en materia de lucha contra el cambio climático están siendo cada vez más exigentes a la vez que urgentes, por este motivo poco a poco se han incrementado las exigencias legales para que las organizaciones realicen reportes periódicos de sus emisiones de gases de efecto invernadero y cuenten con medidas de reducción de estas.

El mundo del deporte no es ajeno a esta creciente exigencia y poco a poco los clubes y otras entidades deportivas están encontrando la necesidad de cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de su actividad, la de sus instalaciones o las de los eventos que organizan, debido a que desde diferentes instancias así se les empieza a solicitar. Además, los usuarios, socios y participantes, en general el mundo del deporte está cada vez más sensibilizado con las cuestiones de sostenibilidad y por tanto valora positivamente el compromiso en materia de lucha contra el cambio climático asociado a la gestión deportiva, sirva como ejemplo el Manifiesto de Sostenibilidad del Comité Olímpico Español[1].

No en vano, en los últimos años una parte importante de las mejoras que se han producido en las instalaciones deportivas han estado relacionadas con la mejora de su eficiencia energética, optando por equipos de calefacción o refrigeración e instalaciones de iluminación o riego, entre otras, mas eficientes. Así se plasma en la Normativa sobre Instalaciones Deportivas y de Esparcimiento del Consejo Superior de Deportes como aplicación del Código Técnico de la Edificación, o el Plan Director de Instalaciones y Equipamientos Deportivos de Andalucía. En ese sentido, la eficiencia ha sido principalmente con un enfoque del consumo de energía y su coste económico, mientras que la eficiencia desde una perspectiva ambiental llega ahora, de la mano de la lucha contra el cambio climático.

Medir la Huella de Carbono

La principal herramienta para evaluar el impacto en el cambio climático de la actividad de una entidad o la celebración de un evento deportivo es realizar un inventario de emisiones de las emisiones de gases de efecto invernadero con objeto de calcular la Huella de Carbono.

A la hora de realizar ese inventario, teniendo en cuenta los principales modelos de referencia existentes, como son GHG Protocol[2] o la norma ISO 14064, hay que seguir varias pautas.

En primer lugar hay que concretar el Alcance del inventario de emisiones para el que se quiere calcular la Huella de Carbono. Este puede ser una instalación deportiva concreta, lo que supondrá incluir todas las emisiones generadas por el funcionamiento de esta durante un año natural. O bien podría ser la actividad de una entidad a lo largo de un año, en cuyo caso, además de incluir las emisiones derivadas de sus instalaciones, habrá que añadir las emisiones derivadas de las actividades que ha desarrollado incluso fuera de estas, por ejemplo, los desplazamientos por motivos de trabajo del personal de la entidad. Por último, el alcance podría limitarse a la celebración de un evento, donde de nuevo se incluirían las emisiones derivadas del uso de instalaciones necesarias para su celebración, así como las emisiones derivadas de las actividades se han realizado una entidad como parte de dicho evento, si bien en este caso, el periodo de tiempo que se tomaría de referencia sería solo el que abarcaría desde la planificación hasta el desmontaje o evaluación post-evento.

Las fuentes de emisión de GEI

Una vez este haya quedado definido, hay que identificar todas las posibles fuentes de emisión que se incluirán en el Alcance establecido, diferenciándolas en tres grupos:

  • Las emisiones directas o de Alcance 1. Son aquellas sobre las que la organización tiene un control total y la capacidad de reducirlas, y se generan a partir, principalmente del consumo de combustibles fósiles y la fuga de gases refrigerantes.

Por tanto, hay que identificar toda la maquinaria, equipos y vehículos propiedad de la entidad para poder cuantificar sus consumos de combustible. En el caso de los gases refrigerantes, estos se emiten desde equipos de aire acondicionado, equipos de refrigeración, etc. y se cuantifican las recargas anuales que se han realizado en los mismos.

  • En segundo lugar, se identifican las emisiones indirectas derivadas del consumo de electricidad suministrada a través de la red, sobre las que la entidad tiene un control limitado. En este caso, la elección de la compañía suministradora o contar con instalaciones de generación de energía de origen renovable determina las emisiones generadas.
  • Por último, las emisiones indirectas de Alcance 3, sobre las que la entidad tiene poca capacidad de decisión para su reducción. Son las derivadas del uso de medios de transporte como aviones, trenes, autobuses o vehículos de alquiler para viajes de trabajo o negocios, también las derivadas del abastecimiento de agua o la gestión de los residuos generados. Si fueran relevantes, habría que incluir los desplazamientos hasta el lugar de trabajo de los empleados usando sus propios vehículos, así como los desplazamientos de los usuarios del centro o instalación o de los participantes en un evento con motivo de la celebración del mismo.

Completando el inventario de emisiones

La recogida de datos vendrá determinada por el alcance establecido. Si vamos a calcular las emisiones de la actividad de un centro u organización, habrá que recopilar todos los datos e información: principalmente a través de facturas de proveedores de energía, combustible, gases refrigerantes, … del último año completo. Pero si nos referimos a un evento, una vez determinado el periodo de tiempo de referencia, habrá que establecer las facturas a consultar y de qué forma poder calcular el consumo de electricidad o combustible correspondiente al espacio de tiempo que es atribuible a la organización y celebración del evento, por lo que puede ser necesario hacer estimaciones a partir de los datos de facturas y otros documentos.

El inventario, además de permitir identificar todas las fuentes de emisión, también debe ofrecer datos sobre los factores de emisión aplicables. Se trata de convertir los consumos de combustible o las fugas de gases refrigerantes en emisiones de gases de efecto invernadero, y estos factores son los que establecen la cantidad emitida. En este caso, entidades como el MITERD anualmente revisan los principales factores de emisión y elaboran documentos de referencia para facilitar su consulta. En otros casos habrá que consultar con el proveedor directamente o consultar herramientas especializadas para poder conocer los factores de emisión de algunas actividades o productos concretos, y aquí es importante contar con fuentes de información de confianza o que sean las habitualmente utilizadas en el sector deportivo.

Una vez reunamos toda esta información y los datos correspondientes:

  • Se habrá completado el inventario de emisiones.
  • Contaremos con todas las fuentes de emisión identificadas.
  • Se habrán contabilizado las emisiones generadas por cada una de estas fuentes, en el periodo establecido, a partir de los consumos de diferentes combustibles o energía y una vez aplicado el factor de emisión correspondiente.

Por tanto, tendríamos el dato del total de emisiones generadas, la cantidad de kilogramos o toneladas de gases de efecto invernadero, expresadas en CO2 equivalente, que han sido emitidas. Pero para el cálculo de huella de carbono hay que aplicar el factor de actividad. De esta forma, habrá que establecer una medida de la actividad de la instalación, como puede ser el número de usuarios u horas de funcionamiento anuales, de la organización, como el número de socios o la facturación anual, o del evento, principalmente el número de asistentes/participantes, de tal forma que la Huella de Carbono se expresará en kg de CO2 eq por unidad referida a la actividad: asistente, socio, usuario del centro, o la que se establezca como referencia.

Difusión y registro de huella de carbono

Por último, hay que plasmar toda esta información en un informe de resultados que contribuya tanto a identificar donde pueden reducirse esas emisiones de gases de efecto invernadero, como a difundir la huella de carbono generada, de cara a que usuarios, asistentes al evento o la sociedad en general, tome conciencia y participe en los cambios necesarios.

A partir de este análisis y los resultados obtenidos, una organización comprometida en la lucha contra el cambio climático debe plantear medidas concretas para la reducción de emisiones, de hecho, este es un requisito obligatorio para poder obtener certificados o formar parte de los registros oficiales de Huella de Carbono.

Estos certificados y registros oficiales, como es el Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones[3] o el registro del MITERD[4], han desarrollado incluso herramientas para facilitar la recogida de información y los cálculos necesarios, contribuyendo además a la difusión de los resultados y reconocer a las organizaciones que han asumido estos compromisos.

Por último, una organización que haya realizado este esfuerzo por contabilizar y calcular sus emisiones de gases de efecto invernadero y además haya puesto en marcha medidas de reducción que han contribuido a que las emisiones generadas sean las mínimas posibles, puede compensar las mismas a través de la adquisición de créditos de carbono. Estos son fruto de acciones de restauración de zonas naturales, conservación de infraestructuras verdes, etc. y son la forma de neutralizar las emisiones generadas.  

Huella de Carbono: Un indicador de gestión cada vez más demandado

Aunque a priori el cálculo de huella de carbono asociado a la gestión deportiva puede suponer un reto por el volumen de datos a manejar y la metodología a aplicar, poco a poco se va a convertir en un indicador aplicado a la gestión deportiva, donde todos los agentes implicados en la misma tienen una contribución muy relevante. Para ello cada vez más profesionales y empresas contribuimos a facilitar esa transición hacia la sostenibilidad en el mundo del deporte desde diferentes iniciativas.

En ese sentido, poder difundir estos conceptos y poco a poco sumar a más clubes y practicantes de las diferentes modalidades deportivas al compromiso en la lucha contra el cambio climático haciéndoles conscientes del impacto de sus actividades y en qué medida pueden reducirlo, poco a poco está siendo un aspecto diferenciador de entidades y eventos que están yendo un paso más allá en su responsabilidad social.


[1] Manifiesto de Sostenibilidad COE. https://www.coe.es/sostenibilidad/manifiesto-de-sostenibilidad/

[2] Website de Greenhouse Gas Protocol https://ghgprotocol.org/

[3] SACE · Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones https://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/portal/web/cambio-climatico/indice/-/asset_publisher/hdxWUGtQGkX8/content/sistema-andaluz-de-compensaci-c3-b3n-de-emisiones-sace–1/20151

[4] Registro de Huella de Carbono del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico https://www.miteco.gob.es/es/cambio-climatico/temas/mitigacion-politicas-y-medidas/registro-huella.aspx

 

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