Sostenibilidad para Dummies: la Huella Ecológica

Economía Azul, Economía Verde, Sostenibilidad, Sostenibilidad a Medida

Pensemos en los países con mayor Huella Ecológica del planeta … si, parece que candidatos hay muchos pero algunos aparecerían en todas las quinielas. Sin embargo, puede que la verdadera clasificación nos diera alguna que otra sorpresa. En una galería de fotos difundida esta semana por National Geografic se incluían los nueve países con mayor Huella Ecológica del planeta y junto con países como Qatar, Emiratos Árabes Unidos o Kuwait, sorprendía encontrar a los Países Bajos, Dinamarca o Bélgica que muchos tendrán entre los referentes dentro de las políticas de sostenibilidad.

Lo primero a tener en cuenta es que dicha clasificación se refiere a la Huella Ecológica, uno de los indicadores empleados como referente de sostenibilidad de un territorio y que viene a representar la superficie per cápita necesaria para producir las materias primas y bienes como agua, energía o electricidad necesarias y también para alojar los residuos derivados de la actividad de un territorio. Es el origen de ese conocido ejemplo que señala que para mantener nuestro actual nivel de vida necesitaríamos un planeta y medio, solo que reducida la escala planetaria al tamaño de un país.

Pero, ¿de dónde surge la Huella Ecológica y qué medida de la sostenibilidad es la que exactamente nos da?

Huella Ecológica: el origen del concepto

Fueron los norteamericanos Riijs y Wackernagel los que en su publicación de obligada referencia de 1996 Nuestra Huella Ecológica mostraron no sólo el concepto, sino también las limitaciones y adaptaciones del proceso de cálculo de la misma. En una de las imágenes de su libro usan una imagen que logra explicar el concepto de una forma muy gráfica, se ve una ciudad contenida en una cupula de vidrio y el pie de página dice: «Vivir en un terrario. ¿De qué tamaño debe ser la semiesfera de vidrio para que la ciudad allí contenida pueda sostenerse exclusivamente a partir de los ecosistemas allí presentes?«

Pues esa extensión sería la Huella Ecológica de esa ciudad u otro territorio de referencia al que se aplicara.

Huella Ecológica: algunos recursos para su evaluación

Más allá del mencionado libro, existe una red de trabajo para el análisis de la Huella Ecológica, la Global Footprint Network  que ofrece muchísima información y sobre todo genera conocimiento en torno a este concepto, no en vano en la misma es posible contrastar los datos recogidos en la noticia, puesto que ofrece un análisis de la Huella Ecológica por países, constratada además con la Biocapacidad de los mismos y puede verse que los comentarios para los paises incluidos en la noticia, referidos a aquellos aspectos sociales y económicos que influyen en los valores alcanzados, coinciden.

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Huella Ecológica: ¿Mide nuestra sostenibilidad?

No olvidemos que es un indicador y como tal, hay que tener en cuenta qué estamos midiendo. Es como preguntarse si podemos evaluar la salud de una persona a partir de la altura, posiblemente no de modo concluyente debido a la influencia de más factores, pero si puede haber una relación, en el caso de la Huella Ecológica ha de entenderse para saber qué conclusiones extraer.

De entrada si consultamos las tendencias por país que hemos referido de Global Footprint Network, ciertamente los países señalados, al que falta Estados Unidos, posiblemente el décimo país al que hace referencia el título pero cuya imagen no aparece, son los que mayor Huella Ecológica actual muestran.

Así Bélgica tiene un valor en torno a 7, Kuwait es la que más con algo más de 10, Emiratos  Árabes Unidos y Australia entre  9 y 10, Dinamarca 9, Irlanda y Holanda 6, y los Estados Unidos 7.  Entre los que se echan en falta, China muestra un bajo 2, Reino Unido  4,5 y España 5, viendo con preocupación el gran crecimiento de los últimos treinta años.

La clave posiblemente esté en otro dato, la Biocapacidad, que refleja la producción de esos territorios para generar los recursos necesarios y albergar los residuos, y es donde se ve cómo Australia tiene una elevada Huella Ecológica, pero por debajo de su biocapacidad, por lo que pese a que la población tenga unos hábitos poco sostenibles, su territorio “se lo puede permitir”. Muy distinto es el caso de los Emiratos Arabes, Kuwait o Qatar, cuya Huella Ecológica además de ser alta es muy superior a la Biocapacidad. En el caso de Holanda, Belgica o Dinamarca, con este patrón ya no estarían en este ranking, pues su biocapacidad, sin llegar a cubrirla si que alcanza un porcentaje mucho mayor que en el caso de países como Reino Unido, Estados Unidos o Israel. En España la Biocapacidad apenas supera el valor de 1, por lo que empezamos a estar en unos niveles de Huella Ecológica elevados.

Si en anteriores Goteos de Sostenibilidad para Dummies se abordaron otros tipos de «huellas» como la Huella Hídrica o la Huella de Carbono, con este tercer indicador se completa la trilogía de las tres más empleadas y conocidas, si que es importante tener claro el enfoque que ofrece cada una de ellas exactamente que información muestran a la hora de valorar en qué casos y para qué acciones o elementos es recomendable usar una u otra huella. En cualquier caso, lo importante es que entre unas y otras contribuyen a que se tome conciencia del impacto en la sostenibilidad de las actividades humana. ¿Y tu, conoces e intentas reducir tu Huella Ecológica?

@tehagoeco

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