Poniendo al día la sostenibilidad en festivales de música

sostenibilidad en festivales de música

Arrancamos 2018 y parece que, tal y como se viene percibiendo desde 2016, el auge de los festivales sigue creciendo, siendo de nuevo algunas de las citas culturales mas importantes del año. Afortunadamente ya no cuesta tanto hablar de sostenibilidad en festivales como lo era hace seis o siete años, cuando los ejemplos eran mínimos y había mucho por hacer. Sin embargo, ni mucho menos podemos ser conformistas, los enfoques y las demandas cambian y, de nuevo, aparecen cuestiones pendientes.

Además, en estos años también el concepto de sostenibilidad dentro de un festival de música ha sufrido un importante baño de realidad. Y lo avanzaban los resultados de nuestro estudio anual sobre el valor que la sostenibilidad aportaba a los eventos, cuestiones muy vinculadas a la sostenibilidad como puede ser la movilidad no motorizada o la compensación de Huella de Carbono tienen un difícil encaje y no siempre se señalan como prioridades, en tanto que otras que ya se daban por mas que superadas, como la gestión de residuos, siguen estando entre las prioridades que destacan los asistentes.

Quizás por eso, y antes de arrancar la vorágine festivalera que ocupará de marzo a octubre y apenas dará lugar a la reflexión, puede ser el momento de empezar a tener en cuenta cuestiones relativas a la sostenibilidad aplicada a los festivales de música que deberían tenerse en cuenta. Nosotros destacamos tres.

El agua en un festival de música

Ya señalábamos en las tres ediciones de nuestro estudio que no era uno de los aspectos que se destacaran como importantes cuando se hablaba de sostenibilidad en festivales de música (y de manera mas extensa en eventos, recordad aquello de que el agua no es protagonista de los eventos sostenibles que publicamos hace casi dos años). Mas allá de que por ser instalaciones efímeras con frecuencia el abastecimiento de agua potable esté mas que limitado y se haga un suministro con cubas, con las limitaciones que esto conlleva, en 2017 ya se iniciaron algunos movimientos de queja ante la falta de fuentes o puntos de suministro de agua potable para los asistentes, obligados a consumir agua embotellada si o si.

Puede que dotar de puntos de agua potable sea difícil en ciertos emplazamientos, además de poder dar lugar al despilfarro de la misma, pero la alternativa de tener que consumir botellines, contribuyendo a la generación de residuos de plástico (mas adelante hablaremos de residuos) sin duda no es la mejor alternativa con menor impacto, sino mas bien al contrario … y en esta entrada Alberto Vizcaino lo explica muy bien.

El caso es que si se trata de una demanda concreta y respaldada por los asistentes a los festivales (mas de 35000 peticiones), por lo que deberá ser atendida y esperamos que se haga teniendo en cuenta las cuestiones de sostenibilidad que puedan vincularse al abastecimiento de agua: medidas de optimización, fomento del consumo responsable, prevención de vertidos, etc.

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Un #MeToo para los festivales

Sin llegar a los excesos de casos como el de La Manada, lo cierto es que en los últimos años crece el numero de eventos que tratan de facilitar medidas que eviten el acoso, como el No es No. Y no es extraño, los que vamos con frecuencia a festivales nos hemos encontrado mas de una vez con el grupo de machitos en rebaño (que no en manada) que, lejos de ir a disfrutar de la música, se pasa el concierto incordiando a chicas y todo aquel que les afee el gesto, refugiándose en el grupo para evitar represalias.

Por desgracia no faltan ejemplos: además los ya conocidos en España, Suecia o recientemente Nueva Zelanda siguen dando tristes ejemplos.

Un buen ejemplo y además perfectamente replicable ha sido Objetivo Feminismo, surgido desde la iniciativa de unas chicas para la Feria de Almería y que ha logrado un impacto muy positivo. A través de una red de puntos seguros y facilitando teléfonos de contacto para situaciones de emergencia lo lograron.

2017 ha sido el año del salto a la opinión publica del acoso a la mujer y en 2018 no puede dejarse pasar que en grandes eventos, como son los festivales, este se produce y ya no se puede mirar a otro lado, mas cuando incluso en los eventos deportivos ya se ha abordado el debate del papel de la mujer en algunas celebraciones, como ya decíamos entonces: la sostenibilidad puede ser la excusa para llevar la igualdad (y visibilizarla) en los grandes eventos, como festivales de música.

Los festivales desde el enfoque de la economía circular

Si hace cinco años el reto era lograr que la separación de residuos para facilitar su reciclado se pusiera en práctica en los festivales, iniciativas como Ecofestivaleros y el compromiso de muchos festivales hace que hoy en día en la mayoría, especialmente en los de mayor asistencia, sea una cuestión plenamente implantada. Algunos podéis encontrar en el trabajo de EcoEvent o la experiencia de No Sin Música y otros festivales de la mano de Sostenibilidad a Medida y entidades como Ecovidrio.

Positivo, pero ya es insuficiente. Ya no basta con planificar la recogida selectiva, es necesario prevenir la generación de residuos, especialmente aquellos derivados de acciones publicitarias, que son los que al final generan conflictos a la hora de su separación y adecuada gestión y tratamiento.

Festival Sostenible, No Sin Música

Y ojo, que hablamos de incorporar el enfoque de la economía circular a la gestión de residuos en un festival. En esencia, hacer que un festival no genere residuos sino nuevos subproductos que puedan ser aprovechados. En el caso del plástico, quizás el residuo mas evidente y mayoritario, ha sido muy satisfactoria la medida de incorporar vasos reutilizables, pero al final son elaborados (y posteriormente destruidos en gran medida) especialmente para el evento, reducen el consumo de recursos, pero es posible no ya evitarlo, sino utilizar materiales recuperados para la fabricación de estos vasos (en algunos casos ya es así) de forma que al final se logra completar el ciclo. Si además se consiguiera dar uso a otros residuos generados, como las lonas publicitarias de años anteriores o incluso los propios envases de plástico recuperados para elaborar nuevos soportes de comunicación (el rPET). Sería una buena forma de comenzar y un gran impacto en positivo en materia de sostenibilidad, luego ya vendrían otros aspectos como la energía, el agua y demás recursos en los que también sería aplicable el enfoque circular.

Si el concepto de sostenibilidad en nuestra sociedad va avanzando, ya vemos que los festivales de música (como ejemplo de gran evento) no quedan exentos de estas nuevas perspectivas y cada vez el concepto de sostenibilidad demanda abordar nuevas cuestiones o hacerlas de acuerdo a nuevos modelos. Esperamos que 2018 traiga ejemplos de esta evolución.

@tehagoeco

Creamos y hablamos de sostenibilidad

Blog corporativo de Sostenibilidad a Medida, empresa social de constructoría de sostenibilidad

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1 comentario

  1. Comparto el deseo de que los próximos años traigan consigo más formas de sostenibilidad en diferentes materias y sectores.
    ¡Gracias por compartir este artículo!

    Responder

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